The thing about princesses

viernes, abril 16, 2010

The thing about princesses, is they're tired of towers, witches and dragons. They don't want to be confined in mere pages anymore. They're trying to break out, tear down the walls, slay the evil, and run towards someone like you.

Color

sábado, diciembre 19, 2009

I chose orange to write this because orange is a color for change. Its the color of the sky before sunset runs into night, or dawn into morning. Its the color of fire, of explosion, and from the ashes we are reborn. Its between red and yellow, red known as tragedy and yellow as happiness. Oranges have a hard and bitter core, but if you wait for the right time, their insides promise to be sweet. And while its a strong and vibrant color, it doesn't match with much else. Nothing rhymes with orange. Orange is ready to take over the world, but it must be censored before it loses control. It is an awakening, but it can also force you to shut your eyes. So, orange it is! Time to squeeze out the juice!

Campaña

viernes, diciembre 18, 2009

Voto por aboler los asteriscos, los paréntesis, los pies de página, la letra menuda, los murmullos y las condiciones que siguen a un
"te quiero,"
"te adoro,"
"te amo."

A un "te extraño,"
"te pienso."
"Te necesito,"
"te espero,"
"te entiendo."

Voto por censurar el sarcasmo, por prohibir las mentiras y por olvidar los engaños.
¡Voto por quitar los "peros," por borrar los límites y por romper las reglas!

Y propongo que el que marcaría "Sí" a mis propuestas, se una a la campaña. Sólo necesitamos que mañana cuando despierte, se asome a la ventana y mande el beso más sincero que tenga a volar por ahí, sin acotaciones. A lo mejor alguno termina por aquí...

No está.

sábado, noviembre 07, 2009

"¡Deja de mirarme! Llevas como media hora mirandome a la cara, ¿qué te pasa? Nos vemos todos los días, ¿acaso tengo algo raro hoy? Dime si es un mugre o una espinilla, lo que sea."
Ella siguió mirándolo. Había estado mirándolo con una extraña fijación desde que decidieron sentarse en aquel cafesito viejo y oscuro. No le había quitado los ojos de encima, ni para mirar la carta. Cada uno había pedido un tinto, y ahora se lo tomaba con desdén, negro y amargo.
"Ya, por favor, dí algo. No entiendo. ¿Acaso se te olvidó como parpadear?"
Ella siguió mirándolo. Había estado mirándolo desde que se encontraron en la calle. No lo habían planeado, simplemente iban caminando en sentidos convergentes, y al verse decidieron ocultarse del frío. No le había quitado los ojos de encima, caminando trás él en piloto automático. Cada uno accedió a la compañía del otro por naturaleza, apegados a una rutina que ya no satisface.
"De verdad, no más. Es muy incómodo, ¿qué esperas encontrar diferente en mí? No tolero que me inspecciones así. ¡Si estás contando los poros de mi cara, ahora sí te volviste loca!"
Ella siguió mirándolo. Había estado mirándolo desde el isntante en que lo vió cruzar la esquina, todavía insegura de que fuera quien creía. No lo había buscado hoy, simplemente se encontraron, como se encuentran los enamorados en las películas. Cada uno se había distanciado, escondiéndose en las confusas bambalinas de ese amor teatral.
"Ya no sé ni de qué hablar. Como que me has drenado con esa mirada invasiva. ¿Acaso pretendes que me siente aquí normal, mientras tu me apuntas con esos ojos como linternas de interrogatorio policial?"
Ella bajó la mirada.
"Estaba buscando algo."
"¿Qué?, ¿acaso qué se te perdió que vayas a encontrar aquí sentada? ¿Qué puede haber en mi cara que te sea desconocido?"
"Es lo que no está."
"¿Qué?"
"El beso que te dí ayer. No está. Se borró de tu mejilla, como si algo lo hubiera desplazado. O como si hubiera salido corriendo, no queriendo quedarse ahí sólo. Falta también el rosado de cuando te sonrojas, que siempre lo acompaña. Creo que se fue a buscarlo. No sé... Creo que me voy yo también."
Volvió a mirarlo a los ojos. Con esos ojos que dicen más de lo que uno quiere saber. Corrió la silla hacia atrás haciendo un ruido fastidioso y se paró de la mesa. Seguía mirándolo.
"No, no. No está."

A Retazos

lunes, septiembre 07, 2009

Mis labios se están desbaratando. Rotos a pedazos por los secretos que guardan. Quebradizos ante el silencio que los encubre. Resecos por las palabras que les hacen falta pronunciar. No se queiren encoger para mandar besos, ni estirar para sonreir. No hay ni riesgo de gritar por miedo a que se me rasguen aún más. Comer duele, y bostezar arde. La coquetería se borró de las esquinas, y el rosadito se destiñó. Se sienten a retazos, y piden ser remendados. Ya no hacen muecas y escasamente susurran. Las verdades salen rasgadas y las mentiras ásperas. El chapstick medicado se acabó, el de kiwi de mi amiga solo me antoja de frunas, y la manteca de cacao que me sabe a infancia no ha hecho efecto. Están de pelea con la lengua ya que no ha sido capaz de consolarlos. Si alguien conoce un remedio, que venga y me lo diga. Que venga con sus labios rojos para devolver el color. Con sus labios suaves para lijar las asperezas. Con sus labios completos para remendar los retazos. Con sus labios perfectos para torcer mis muecas. O con sus labios sinceros, par empezar de cero.

Almohadas Viejas

martes, agosto 04, 2009

"Esta niña está loca. Cree que va a cambiar de almohada así no más. Se quedó sin la suya, por olvidadiza, y ahora cree que basta con sacar la primera que encuentre guardada en el closet. ¡Sin saber de quién era! ¡Que escándalo! ¿Cómo se le ocurre? Todo el mundo sabe que las almohadas se saben nuestros secretos, han sido mojadas con lágrimas, y en ellas se enredaron nuestros sueños. 

"He decidido hacerle un favor. Voy a entrar en esa funda y a escarbar hasta que salga de ahí cualquier recuerdo del anterior dueño. Me voy a meter y la voy a sacudir por todos los lados hasta espantar a los secretos. Voy a patalear y aruñar hasta que se rompan esos sueños viejos. Por que nadie debe dormir sobre plumas prestadas, están llenas de lágrimas regadas que jamás sabremos justificar nosotros mismos. 

"Supe que no está durmiendo bien. Una vez limpia la nueva almohada, espero que ella pueda descansar mejor. Que su respiración se despeje y tranquilice, para que empiece a inflar las plumitas de por dentro con los mejores sueños. Aquí estoy para ayudar."
 -R.B.

El conejo pasó media hora escarbando una cueva entre la funda de la almohada que me dió mi hermano, por que la mía se quedó en Bucaramanga, otra vez. Si de verdad es cierto lo que dice, voy a buscar una nueva. Aunque no quiero demeritar su esfuerzo, y para agradecer las nobles intenciones, voy a descansar mi cabeza hoy, sobre la almohada del closet. A lo mejor me encuentro con el sueño de alguien más que la haya utilizado, a mí no me parece tan terrible la idea, no al lado de los míos.


Sobre las Puertas y Las Ventanas.

He decidido cambiar puertas por ventanas. Cierro las puertas. Los que no entraron o los que se salieron, afuera se quedarán. Abro ventanas. Para que entre una brisa fresca y un sol inofensivo. Para mirar hacia afuera y ver el mundo correr. Ver a las personas pasar; sobre todo, las que pasan a saludar. Me quedo con las ventanas, y los balcones altos. Las cortinas van a abrir y cerrarse, y si van a a pasar por aquí, avísenme para asomarme. Ahora no van a poder entrar, a menos que yo lo decida, y suelte una tira de sábanas amarradas para el que deba el esfuerzo; o que yo definitivamente baje y vuelva a abrir la puerta. Si en cambio, a mí me da por salir, el riesgo de saltar me parece divertidísimo. Pero preferiría que hubiera alguien esperándome abajo. Voy a cambiar puertas por ventanas, por que me cansé del desorden que armaron aquí adentro. Puertas por ventanas, para observar y entender antes de meterme en la casa de alguien más.