Silence

lunes, marzo 19, 2007

The hosts have their pride,
The guests are too shy.
The barrier was built
From silence and guilt.
They used to be free
Before they sat down for tea,
But now they are doomed
And by stillness consumed.

Luz de Día

martes, marzo 13, 2007

Venía en el carro y veía el paisaje cambiar a mi alrededor, por que durante las horas que no paso dormida, me deleito en contemplar la belleza de lo cotidiano. Siento que las montanas me abrazan con fervor, como si quisieran protegerme de algo que se esconde detrás de ellas. Pero al mismo tiempo siento que el cielo azul e infinito, me reta a buscar esos límites e ir más allá de aquel rizado horizonte. Por un rato, y con algo de dificultad debido a la sensibilidad de mis ojos, me dediqué a estudiar la luz del sol. Y es que no es algo que se viera todos los días. Con las nubes interponiéndose entre él y yo, la luz se filtraba en rayos omnipotentes. Era como cuando tratas de tapar una fuente de luz con tus manos, donde sin importar cómo las acomodes, la luz se filtra, y además ilumina el contorno de tus manos. Era hermoso. Pero no solo eso, sino que en una pesadez de sueno y contemplación, empecé a preguntarme cuántas cosas podemos o atentamos tapar con nuestras manos, y sin embargo su fuerza se impone con rebeldes rayitos que o iluminan a las mismas manos o simplemente pasan a través para iluminar pedacitos del paisaje. Contemplé el increíble poder que tienen las nubes, al decidir dónde habrá luz y dónde no. Son ellas quienes nos imponen días fríos o días calidos. Sin embargo, también pensé que a pesar del clima, el cielo, un gobierno o un mensaje metafísico venido de donde quiera, somos nosotros quienes decidimos dónde poner una sonrisa y dónde no. Cada persona tiene la capacidad de ir a buscar ese pequeño rayito de luz que se logró escapar. He ahí nuestra libertad. Quién más libre que el sol, para darnos luz y darnos vida a todos en el planeta? Y quién más tirano que las nubes, que pueden impedirnos la luz a su gusto. Pero entonces, quién más libre que yo misma, para ir a buscar ese pedacito de tierra donde la luz cae a pesar de las penumbras… O para simplemente contemplar el espectáculo celeste y contentarme con la idea de volver a casa.