Indeterminaciones

No acostumbro hablar con tecnicismos, pero se me prendió la chispita de nerd, y antes de que estalle lo voy a decir:

Me tentaron de infinitos. Los pusieron sobre la mesa, los rayaron en mis corazones, y me los escribieron a manera de susurros. Pero si algo aprendí en esos salones calurosos y llenos de gente a la que no le importa un pito lo que dicten, es que los infinitos siempre resultan en indeterminaciones. No se pueden restar, ni dividir, ni multiplicar, y ni se les ocurra cambiarlos por ceros, por que ahí sí nos emproblemamos. Sin embargo existe una regla que es como mágica, que dice que si se ponen uno sobre otro, se pueden derivar y sacar de cada uno una respuesta más pura. Pura y calculable, con resultados verídicos; y que finalmente si lo hacemos bien, seguro aportan puntos en la evaluación. Así que no me da miedo, que todo tienda hacia infinito, me emociona y me enamora...