"He decidido hacerle un favor. Voy a entrar en esa funda y a escarbar hasta que salga de ahí cualquier recuerdo del anterior dueño. Me voy a meter y la voy a sacudir por todos los lados hasta espantar a los secretos. Voy a patalear y aruñar hasta que se rompan esos sueños viejos. Por que nadie debe dormir sobre plumas prestadas, están llenas de lágrimas regadas que jamás sabremos justificar nosotros mismos.
"Supe que no está durmiendo bien. Una vez limpia la nueva almohada, espero que ella pueda descansar mejor. Que su respiración se despeje y tranquilice, para que empiece a inflar las plumitas de por dentro con los mejores sueños. Aquí estoy para ayudar."
-R.B.
El conejo pasó media hora escarbando una cueva entre la funda de la almohada que me dió mi hermano, por que la mía se quedó en Bucaramanga, otra vez. Si de verdad es cierto lo que dice, voy a buscar una nueva. Aunque no quiero demeritar su esfuerzo, y para agradecer las nobles intenciones, voy a descansar mi cabeza hoy, sobre la almohada del closet. A lo mejor me encuentro con el sueño de alguien más que la haya utilizado, a mí no me parece tan terrible la idea, no al lado de los míos.