A los Insectos

Hoy sólo voy a decir que los quiero.

Doy gracias por la certeza de que no importa a dónde vayamos, siempre habrán hileras de hormigas apuntando hacia lugares que ni nos imaginamos. Y en todas las noches oscuras y desoladas habrá un grillo para romper el silencio con su canción. Los gusanitos medidores recorrerán cualquier distancia sin contar o cobrar los pasos. Las mariquitas nos harán cosquillas en los dedos. Las arañas tejerán trampas en los rincones de nuestra mente dónde quedaremos irremediablemente atrapados. Las lombrices se enterarrán hasta lo más profundo. Así como las abejas podrán ser maestras de las puyas y los aguijones que se clavan a fondo, pero cederán su vida por defender la dulzura. En cada amanecer volarán las mariposas; y lo más parecido a una estrella fugaz es el destello de una luciérnaga.

¡Además de que el gusanito de la guayaba nunca me supo a nada!